Hemos reflexionado en la clase de Etica y Pensamiento social de la Iglesia acerca de una realidad del cristianismo. Les resumo un poco el asunto.
Jesús se encuentra predicando, hay gran cantidad de gente y todos se han quedado junto a él, me lo imagino rodeado de niños – ya verán por qué- de repente como a eso del medio dia, se acercan sus apóstoles, dos de ellos, y le dice a Jesús – sería bueno despedirlos para que vayan en busca de comida- Jesús escucha y mirándoles les dice: denles ustedes de comer. imaginense la cara de sus amigos, se habrán visto el uno al otro y luego a la muchedumbre. Imposible, tal vez llamaron a Judas, quien era el encargado del dinero, hicieron cuentas, pensaron, incluso habrán discutido quien iba a ir a ver tanta comida… me da gusto está parte… Al momento en que Jesús les daba ese reto a su fe… un pequeño, un niño, de los que habrán estado cerca, sale corriendo a ver su bolsa, y de ella extrae cinco panes y dos peces… Saben lo más interesante, es que él no calculó nada, no hizo cuentas, no se preocupó… solo entregó..
Hay dos clases de cristianos, los que sacamos cuentas, los que nos quejamos, los que dudamos, aunque estemos responsables de algo en la Iglesia, -creo que se agudiza cuando esto sucede- y hay otros, de los que están atentos, de los que son como niños, que corren a buscar que tienen y ofrecen, no se quedan con nada, lo dan todo.
En esta sociedad actual hay mucha gente que se queja, que cálcula, que no se entrega de verdad… De qué lado estamos? estamos ofreciendo todo lo que tenemos? Estamos atentos al reto de Jesús, denles ustedes de comer?… pues lo más interesante viene luego, tomo en sus manos, alzo sus ojos al Padre y lo bendijo, y se multiplicó: una inmensa figura para hacernos comprender, que no importa la cantidad que ofrezcas, Jesús siempre lo bendecirá y lo multiplicará.. No tengas miedo a ofrecer…te. y ánimo.
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